miércoles, 2 de julio de 2008

La colonización Colonos de otros países de Europa vinieron a América. El primer grupo inglés vino en 1585, pero no pudo establecer una colonia.
En 1607 otro grupo vino de Inglaterra para crear una colonia. Los ingleses querían obtener recursos y riquezas, como, por ejemplo, oro. Fundaron una población llamada Jamestown en la colonia de Virginia. Jamestown se encontraba en una llanura muy buena para agricultura. La bahía de Chesapeake era un buen puerto. Los ingleses se encontraron con los powhatanes, los indígenas americanos que ya vivían en comunidades en la región. La relación entre los dos pueblos pasó por buenos momentos, pero también tuvo momentos difíciles.
Los colonos no solo querían construir una nueva comunidad, sino que también esperaban enriquecerse. La vida en Jamestown no era fácil. Los colonos empezaron a tener serios problemas para obtener alimentos. Muchos no eran agricultores y no sabían el duro trabajo que les esperaba. Algunos no querían trabajar. Los ingleses necesitaban un líder y eligieron a John Smith. Smith estableció la regla: Él que no trabajo, no come. También pidió ayuda a los powhatanes. Gracias a ellos los colonos aprendieron a cultivar maíz y otros alimentos.
A pesar de la ayuda de los powhatanes, los colonos tuvieron muchas dificultades para salir adelante. El invierno de 1609 fue conocido como la época de hambre. Había poca comida y muchos colonos se murieron de enfermedades.
La vida continuó siendo difícil para los colonos. Nunca encontraron oro. En 1612 ocurrieron algunas cosas que cambiaron la situación. Un colono llamado John Rolfe empezó a cultivar un nuevo tipo de tabaco para enviar a Inglaterra. El tabaco se vendió por mucho dinero. Las ganancias contribuyeron al enriquecimiento de la colonia y de Inglaterra.
Los ingleses peleaban a veces con los powhatanes. En 1614 John Rolfe se casó con Pocahontas (más), la hija del jefe, Powhatan. Esta boda trajo un largo período de paz. La colonia empezó a crecer. Más personas vinieron a vivir a Jamestown, y la mayoría no regresó a Inglaterra.



Biografía de George Washington
Dirigente de la independencia y primer presidente de los Estados Unidos de América (Pope's Creek, Westmoreland, Virginia, 1732 - Mount Vernon, Virginia, 1799). Este rico terrateniente del Sur había adquirido experiencia militar como miembro del ejército colonial británico en las luchas contra los indios y los franceses (1752-58), alcanzando el grado de coronel.
El endurecimiento de la dominación colonial británica sobre sus trece colonias de Norteamérica llevó a Washington a participar activamente en la política de Virginia, encabezando en su Asamblea la oposición contra los nuevos impuestos y el autoritarismo de los británicos (1759-74). Cuando la oposición se transformó en conflicto abierto entre Gran Bretaña y sus colonias, George Washington asistió como representante de Virginia en el Primer Congreso Continental que se reunió en Filadelfia en 1774 para defender una posición unitaria contra la metrópoli. Desde entonces George Washington se dedicó con enorme esfuerzo a improvisar el ejército del nuevo país (que había declarado su independencia en 1776), luchando por obtener dinero, armas y reclutas, mantener la disciplina, fomentar el entusiasmo de los soldados y hostigar al ejército británico, a pesar de no verse respaldado por una dirección política unitaria ni un gran espíritu de sacrificio de los colonos.
Washington obtuvo algunos éxitos iniciales contra los británicos (auxiliados por los colonos «leales», mercenarios alemanes y tribus indias aliadas) en las batallas de Trenton y Princeton (1776). Pero, conociendo su inferioridad militar, trató de salvaguardar sus tropas de grandes encuentros en campo abierto hasta que pudo afrontarlos con garantías, y practicó una lucha de guerrillas durante la mayor parte de la Guerra de Independencia (1775-83). Su momento llegó en 1778, cuando Francia y España prestaron su apoyo militar a la revolución americana, lo cual le permitió asestar un golpe definitivo en la batalla de Yorktown (1781). Gran Bretaña reconoció la independencia de sus trece colonias de Norteamérica por la Paz de Versalles de 1783.
Lograda la independencia, el prestigio acumulado por Washington hizo que le reclamaran para continuar en la vida política, actuando como árbitro entre las dos corrientes que debatían el futuro del país: los federalistas de Hamilton y los republicanos de Jefferson (aunque se inclinó más bien por los primeros). Washington presidió la Convención Constitucional reunida en Filadelfia en 1787, con la intención de sustituir los ineficientes Artículos de la Confederación por una verdadera Constitución republicana, federal y presidencialista, que fortaleciera el poder central y la cohesión entre los trece Estados. Puso todo su prestigio personal en juego para hacer que la Constitución fuera aprobada por los Estados reticentes, logrando así que entrara en vigor en 1789. E inmediatamente fue elegido para ser el primer presidente de los Estados Unidos (y reelegido en 1792). Durante sus dos mandatos (1789-97) puso en práctica el modelo político liberal-democrático diseñado en la Constitución, rodeó de autoridad y solemnidad la figura del presidente, impulsó el programa de desarrollo económico capitalista de su secretario del Tesoro -Hamilton-, inició la colonización de los territorios indios hacia el oeste (Kentucky, Tennessee.) y sentó las bases de una política exterior aislacionista (rehuyendo entrar en las guerras europeas de la Revolución francesa). En 1793 fundó la nueva capital federal, bautizada Washington en su honor, aunque la residencia presidencial no se trasladaría allí hasta tiempos de su sucesor en el cargo, John Adams. Washington renunció voluntariamente a ser elegido para un tercer mandato (para el cual no le habrían faltado apoyos), considerando que la perpetuación de un mandatario en el poder sería perjudicial para el régimen constitucional de libertades; instauró así una costumbre sólo rota por Franklin D. Roosevelt.

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